Juego: La liebre y la
tortuga
Empresa: Devir
Jugadores: 2 - 5
Edad: +7
Duración: 20 min
Precio: alrededor de 20 euros.
Instrucciones:
Cada jugador tiene dos animales favoritos,
uno determinado al azar y otro elegido de entre la primera mano de cartas. A continuación,
el jugador inicial debe jugar de sus seis cartas de animales de una a cuatro
cartas del mismo tipo de animal, Los jugadores irán poniendo así cartas de
animal en juego hasta que se cumpla una de estas dos condiciones:
1) Que se hayan jugado 4 cartas del mismo
animal
2) Que se hayan jugado un total de 8
cartas de animales.
En el momento en que se cumple una de
estas dos condiciones, se inicia una fase de carrera. En la carta resumen que
se entrega al inicio de la partida a cada jugador se indica cómo mueve cada
animal en función del número de cartas de su tipo que se hayan jugado. Los
animales siempre mueven por el orden que aparece en la carta resumen: liebre,
tortuga, lobo, zorro y corderito.
De este modo, los jugadores irán jugando
ronda tras ronda tratando de hacer avanzar a los animales por los que
secretamente han apostado, aprovechando las jugadas de los demás jugadores. Al
final, en el orden en el que accedan a la meta se colocan en el pódium y se
anotan los puntos conseguidos si coinciden con las cartas que teníais de un
principio.
Uno de los mejores juegos para toda la
familia, ya que es lo suficientemente sencillo para que un niño de 6 años lo entienda sin problemas (menos incluso
si se juega con las reglas simplificadas) y los suficientemente complejo para
entretener a un adulto. La edición es fantástica y el juego funciona de
maravilla con los niños, en especial si mueven ellos las fichas y hacen el
recorrido. La duración es muy versátil, pudiendo jugar una carrera o un
campeonato, lo que le hace un juego muy útil.
Presentación:
La presentación es
fantástica, realmente muy cuidada, en especial para los juegos infantiles. El
formato cuento queda precioso en la estantería, las fichas son de gran calidad
y el tamaño de las cartas estándar. La única pega es que el inserto no permite
guardar las cartas enfundadas, pero es un mal menor. Las figuras son macizas y
muy resistentes y el detalle del pódium o la meta queda muy bien aunque se
hubiera podido jugar igual sin ellos.